Eran
las cinco y media de la tarde, estaba tomando un café con leche en mi cafetería
favorita de la Plaza del Castillo, faltaba media hora para comenzar mi clase y
tenia una fuerte ansiedad, siempre me ocurría y ya estaba acostumbrado a
combatirla combinando la cafeína con un precario autocontrol.
Hacia
ya dos meses que había entrado en aquel “Euskaltegi” de la calle Mayor de
Pamplona, presentándome como un joven inmigrante Español que deseaba aprender
“Euskara” para sentirme mas integrado y salvar cualquier fractura cultural con
la tierra en la que pretendía vivir con carácter indefinido. En el centro de
enseñanza me recibió un joven cuyo único rastro diferenciador era una amable y
estupida sonrisa, ya que por lo demás era un manual viviente de joven radical
vasco, pelo largo ensortijado, varios colgantes y una camiseta en la que se
reclamaba el retorno de los presos
a su tierra.
Visiblemente
nervioso, o al menos eso creía yo, balbucee el motivo por el que quería
aprender la lengua vasca y mis datos personales, mi interpretación debió ser
bastante convincente, ya que no sufrí la mas mínima hostilidad , ni en ese
momento, ni dos días después en mi primera clase.
Cuando
se es natural de Valencia y uno se
encuentra en su primer día de clase de “Euskera”en ese tipo de centro de
enseñanza, el protagonista se siente igual de natural, y con el mismo nivel de
integración que por ejemplo un esquimal en el desierto del Sahara,
especialmente si esa persona es un Agente de información de la Guardia Civil.
La
Coordinadora de Alfabetización y
enseñanza de la Lengua Vasca en la que yo me estaba intentando
infiltrar, era una rama mas del entramado político-terrorista de ETA, cuya
función era la de promover el aprendizaje de la lengua y por añadido la de captar
jóvenes para el movimiento, sobre todo esto ultimo.
Cuando entre en el aula en derredor mío
se situaban unos diez hombres y mujeres, rondando todos ellos los veintitantos,
el aula era una desvencijada habitación, con un balcón amenazando derrumbe que
daba al casco viejo de Pamplona, y unas manchas de humedad en el techo que
deseaban ardientemente una mano de pintura . Mi primer instinto de alumno
consistió en buscar un pupitre en el que sentarme, pero pronto desistí de ello
al observar que todos los demás, algunos de los cuales parecían conocerse se
mantenían en pie formando grupitos o escrutando a sus compañeros con la mirada.
Instantes después hizo entrada el “irakasle”, el profesor, observe con gran
alivio que era el joven de la amplia y estúpida sonrisa que me había atendido
en mi inscripción, esto como digo me satisfizo enormemente, dado que no parecía
un individuo de muchas luces y es que lo menos que yo deseaba era alguien que
me pudiera interrogar o ponerme públicamente entre la espada y la pared, mis
posibilidades de supervivencia eran directamente proporcionales a mi capacidad
para pasar desapercibido y para justificar mi presencia en aquel lugar.
Una
regla de oro para situarse voluntariamente en el centro de semejante encerrona,
y volver para contárselo a los lectores es mentir solo cuando sea necesario, y
cuando puedas respaldar esas mentiras, por ejemplo, no puedes decir que eres
natural de Burgos y mecánico de automóviles de profesión, si tienes un brutal
acento andaluz y a duras penas diferencias un juego de bujías de unos
sacapuntas.
Por lo tanto, cuando el profesor nos
hizo recitar en pie una breve presentación y autobiografía oral de uno en uno,
al llegar mi turno yo dije que era natural de valencia y que encontrándome en
paro en mi tierra, decidí sacar partido al permiso de conducción de la clase C
que obtuve en la mili, pidiéndole
a un tío mío que era camionero en una empresa
de transportes de nivel estatal, y que siempre presumía de tener una relación
privilegiada con sus jefes, que lo demostrara tratando de colocarme en
plantilla, contestándome este un mes mas tarde mas o menos, que si me podía
“enchufar”, pero que tendría que hacer la mudanza, por que solo quedaba
hueco para cubrir rutas del
norte.
Concluí
mi breve relato, diciendo que tras la entrevista con los responsables de la
empresa de transportes, fui admitido, que solo llevaba viviendo en Pamplona
tres meses y que estaba soltero y sin compromiso, diciendo esto ultimo con una
sonrisa de cordero degollado a modo de acompañamiento. La interpretación causo
el efecto planeado, en mis compañeros varones hubo un general movimiento de
cabezas u ojos de asentimiento, y en las féminas tenues risitas acompañadas
de miradas solidarias, misión
cumplida, parecía un joven ligeramente insulso sin excesiva vida interior y
plenamente abierto a mis congéneres y posibles experiencias nuevas.
En
fin podría decirse sin temor a equivocarse, que la única característica de mi
vida interior que se ajustaba a la realidad en la exposición iniciatica
ejecutada en la clase, era el añadido melifluo de soltero y sin compromiso, y
es que en el ritual de
apareamiento del hombre moderno, también conocido como “ligar”, yo siempre
había demostrado una severa inoperancia.
Tras las presentaciones, comenzó lo que
seria propiamente la clase idiomática, limitándose por otra parte en su primer
día a aprender a decir en “euzkara”, hola me llamo Jesús, soy de Valencia, vivo
en Pamplona, ¿Cómo te llamas?, y muy poquito mas, cosa lógica el primer día.
Al
hacerse las siete de la tarde, el profesor nos dijo que al terminar las clases
en el “Euskaltegi”, siempre se bajaba a tomar algo a un local que estaba muy
próximo, así que el grupo en bloque se traslado a un bar. Que distaba unos cien
metros del centro, en la misma Calle del Casco Viejo de Pamplona.
Desde
luego y como yo esperaba, era uno de esos establecimientos, que pueblan los
cascos viejos de las capitales vascas, en los cuales nada mas entrar ves
colocados en las paredes los retratos de personas a los que la endogamica y en extremo cerrada,
comunidad que los frecuenta considera héroes y mártires de su justa causa,
estos “héroes”, son reclusos condenados por secuestro, asesinato etcétera, en
el pie de la foto se indica que están cumpliendo condena en prisiones del
“Estado Español”, y se les adjudica el
titulo de “prisionero o prisionera vasco”, y ya en el colmo, de la estulticia y
maldad intelectual el de “preso político”, en la barra del bar., había la
típica hucha de cerámica decorada con los símbolos de los grupos de apoyo a
“ETA”, y en la cual , las monedas que tu introduces, se constituyen en donativo
a los presos de la banda esto como decía era lo que yo esperaba y lo que
deseaba, ya que mi función era introducirme en el entorno de la banda
terrorista, lentamente y sin levantar sospechas, poco a poco ir dándome a
conocer, e ir tejiendo una red en el interior de ese mundillo.
Junto
con el decorado ya descrito me llamo la atención una “ikurriña” de proporciones
enormes clavada en la pared con chinchetas, al otro lado de la barra, y en
esta tomando un te, un individuo
de unos veinticinco años, pelo rapado, de naturaleza obesa, el cual al vernos entrar se puso en pie
y le dirigió a nuestro profesor un afectuoso saludo y una sonrisa de foca
amanerada.
Después
de darse un apretón de manos, y de intercambiarse unas ininteligibles frases en
vasco, (yo todavía no pasaba de unas ocho palabras), el profesor nos lo
presento, era Juanma, un compañero, pues vale ,pensé yo, que en esos momentos
ya llevaba una hora y media de inmersión absoluta en el entorno hostil, y
estaba de hijos de puta hasta las narices, mas adelante cuando llegue a pasar
dias enteros con ellos me llegue a acostumbrar (a la fuerza ahorcan), pero este
era solo el comienzo, y para el primer dia hora y media de interpretación
rodeado de “proetarras” ya estaba bien
“cojones”.
Juanma
tras las presentaciones de rigor, nos dijo que pidiéramos lo que
quisiéramos,”no tenéis prisa, no”, (lo que faltaba mas terapia de grupo, esta
gente no tiene casa o que, sonríe Jesús, sonríe y seguirás vivo) pense.
Yo
pedí un “zurito”, y entonces comencé a darme cuenta que Juanma era diferente de
Carlos, el profesor , este nuevo
individuo, tras hacer que se formara una tertulia general intrascendente,
comenzó ya a dirigirse a nosotros de uno en uno, mientras los demás hablaban,
unas veces entrando en conversaciones por parejas , y otras abordando
directamente a un individuo callado, sus preguntas ya eran personales y
analíticas, (atento Jesús, comienzan los exámenes), su objetivo obviamente era
hacerse un perfil de todos nosotros, y la verdad esque éramos un grupo bastante
homogéneo.
Desde
el primer día ya se hacia de notar Mikel, estudiante de ingeniería, que siempre
estaba dispuesto a identificarse como uno de los responsables de “Jarrai” en la
Universidad en cuanto tenia la mínima oportunidad, tipo delgado e hiperactivo,
que en cuanto salía cualquier tipo de conversación política, comenzaba a
escupir odio.
Y
Iousu un personaje sin oficio ni beneficio, que vivía en una casa “okupa” del
casco viejo sin la mas mínima cultura general, fumador casi compulsivo de
Hachis, y eso si siempre dispuesto a repetir como un loro las consignas
políticas de Mikel u otros. Por lo
demás el grupo se componía de unos cuantos trabajadores industriales y
estudiantes, mas de la mitad de ellos ya militantes independentistas
convencidos, y un segundo grupo, en el que yo me incluiría teóricamente con
leves simpatías al nacionalismo radical, o simplemente apolíticos. Este sector
seria el ojito derecho de los responsables de la coordinadora, objetivos de un
lavado de cerebro progresivo pero intenso.
Como
decía, Juanma era de ese tipo de personas que cuando hablan contigo te observan
para ver si te tiembla un parpado o te sudan las manos, además después de algunas
preguntas generales para cortar el hielo, ya sin cortarse un duro, comenzaba a
interrogar con una sutileza cual ¿Por qué te has apuntado en nuestro centro?,
o, ¿conoces a alguien de HB que te haya hablado de nosotros?, yo mantuve mi
mascara imperturbable, y volví a recitar como un franciscano mi versión
inicial, soy de fuera e venido a trabajar, quiero aprender la Lengua para
integrarme etcetc,,,, una vez que se miente
hay que mantener la declaración contra viento y marea, hay que negarlo todo, aunque te pillen en la puerta de la cámara acorazada con el cartucho de
dinamita en una mano y la mecha en la otra.
Fundamental
es también decirlo todo con la mayor naturalidad del mundo, como si todos los
días se estuvieran matriculando camioneros Valencianos en un centro de
enseñanza de vasco dependiente mediante intermediarios de Herri Batasuna
La
tertulia bastante animada se prolongo por espacio de una hora aproximadamente,
ya eran cerca de las nueve de la noche cuando Ana una chica de Berriozar,
pueblo de las afueras de Pamplona, dijo que se tenia que ir para coger el
autobús si no se quedaría tirada, esto para mi fue una bendición pues no quería
ser ni arto de vino el primero en irme, así que aprovechando la marcha de Ana ,
salte como una exhalación detrás de ella diciendo que al día siguiente me tenia
que levantar temprano, y todavía tenia muchas cosas que hacer en casa. Mua mua
adiós, adiós y Salí por la Calle Mayor de Pamplona a pie, se suponía que yo me
iba a ir a casa en el autobús , pero después de esa sobredosis de
interpretación teatral con el plus de tensión de que mi publico si no le
convencía la función, y descubrían mi cobertura, me podían meter una bala en el
pecho en lugar de darme con un tomate en la cabeza , decidí subir a mi coche,
mi verdadero coche matriculado a mi verdadero nombre, esto puede parecer una
temeridad pero yo estaba seguro que en mi primer día de clase, y sin haber
hecho todavía nada minimamente comprometido no me habrían establecido una
vigilancia , y si me equivocaba ,,,,,,que demonios, yo necesitaba subir a mi coche matriculado a mi nombre.
Calle
mayor, hice derecha por Calle jarauta, gire por San Francisco, en esta calle
fingiendo que olvidaba algo gire bruscamente en redondo, detrás llevaba dos
chavalitos una mujer mayor y un Policía Municipal, nuevamente Calle jarauta
otro cambio de sentido y salgo en dirección a la Plaza del Castillo, vuelvo a
mirar hacia atrás , una estudiante y un par de ejecutivos, tampoco me pueden
haber seguido por las paralelas, como se dice en el argot, me he asegurado de
no llevar rabo, aun así en un bar de la Plaza, que se que tiene puerta
principal y una segunda que da a
un pequeño callejón, entro por una y tras pedir un café y preguntar al camarero
por el baño salgo por la otra.
Tras
la exhibición de técnicas de autoprotección por fin llego al lugar donde me
estaba esperando un Lancia Delta de color rojo, me subí y al introducir la
llave de contacto y rugir el motor sentí una intima y autentica sensación de
alivio, joder recordaba haber tenido días mejores.
Fín del capítulo I de Genin.
En Valencia (España) a Marzo de 2012.
Ernesto.
Fín del capítulo I de Genin.
En Valencia (España) a Marzo de 2012.
Ernesto.
Enga q ya espero la segunda parte me está gustando jijiji intriga
ResponderEliminarGracias Carmen, la segunda parte esta todavía en el horno sito en el interior de mi por otra parte antiestético cráneo.
ResponderEliminarmuy bueno hermano
ResponderEliminarGracias virus, suponía que te gustaría, anímate a escribir esa historia que me comentaste.
EliminarMuy buena esta historia. Deja lo que estes haciendo y ponte a escribir ya.
ResponderEliminarGracias croos, tu propuesta es de gran interés, y aunque es posible que el hecho de comer todos los días este sobrevalorado. Ante la duda prefiero seguir teniendo un trabajo remunerado .jeje.
EliminarMi primera impresión es que es una historia bastante buena. Los temas que tocas, o por lo menos los que aquí empiezas a dejar ligeras pinceladas de lo que será el conjunto de Genin, son muy interesantes y muy seductores como historia de novela. Tu labor cosiendo esos recuerdos es extraordinaria. Vamos, que seguro que será una historia que no dejará indiferente a quien la lea. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias Sonia, no sabia a que atenerme en cuanto a vuestra respuesta a "Genin".
EliminarY la verdad es que estoy encantado con la estadística de entradas en la página que esta desbocada, y sinceramente agradecido a vuestros comentarios siempre amables y en ocasiones elegantes como el tuyo. Ahora el reto es mantener el nivel y seguir contando una parte imprescindible de la historia de España.
Muy bueno Hermano, impresionante. Espero la continuación. Muy interesante para conocer de primera mano los sacrificios personales que se llegan a hacer en el ámbito de la lucha anti-terrorista. Como historia, en el marco de la novela de "espías" creo que tiene mucho valor, por lo cercano y lo real.
ResponderEliminarMuchas gracias Milhoilm, efectivamente mucha gente anónimamente se ha dejado el alma enfrentándose a los "iluminados". Y literariamente, voy a intentar dotarla del máximo realismo, sin Agentes sofisticados que toman Martini con Vodka ni damas curvilíneas y enamoradizas. Solo falta de sueño, presión, miedo, inteligencia y voluntad de pelear hasta el final.
EliminarMuchas gracias Carlos, "Genin" va a continuar, y ojalá termine saliendo algo bueno, por ganas desde luego no será, la calidad de la obra la decidis vosotros mis jueces.
ResponderEliminarMe gusta lo descriptivo que eres, me es fácil ponerme en situación...
ResponderEliminar