Eran
las ocho de la mañana y hacia un frío horrible, en realidad en aquella parte de
Navarra, siempre hace un frío horrible, la niebla es tan espesa que temes
chocar contra ella o los días buenos simplemente llueve a cantaros.
Estaba
en la fabrica de papel sita en las afueras de Lekumberry, entregando varias
cajas llenas de piezas de recambio para la maquinaria de la nave, en el trabajo
que yo tenia como cobertura no se me imponía un horario fijo, mientras entregara
todos los portes podía organizarme como quisiera , así que en ocasiones me daba
un fuerte madrugón y procuraba estar ya a pie de fabrica cuando comenzaban para
de esa manera tener mas tiempo por la tarde para realizar mi autentica función, y viceversa ,si tenia que vigilar a
alguien o tenia alguna reunión o compromiso nocturno me subía al furgón de
reparto bien entrado el día .
Cuando
entregue el pedido aparque bien el vehiculo y entre en el “euskalduna”, una
cafetería bastante agradable de la localidad, necesitaba una dosis doble de
café y comer algo, el día apenas había comenzado y ya había estado en tres
empresas , eso para una persona de naturaleza noctámbula como yo es una
autentica tortura, por supuesto que empleaba mi trabajo-cobertura como medio de
seguir operando, yo no solo tenia ese trabajo para parecer una “persona
normal”, lo utilizaba para seguir relacionándome haciendo contactos personales
de los que pudiera tirar en el futuro cuando necesitara confirmar algún dato .
Otras veces la misión era mas especifica por ejemplo si en el servicio de
transportes en el que yo trabajaba o en algunas de las empresas que abastecíamos había un empleado del
cual en el transcurso de una
investigación averiguábamos que pudiera pertenecer o colaborar con ETA,
entonces yo sin llamar la atención pero de forma tenaz trataba de situarme en
su entorno o cuando menos de obtener todos los datos posibles de el y de sus
mas allegados en el puesto de trabajo.
El
“euskalduna” no estaba mal para calmar mi síndrome de abstinencia de cafeína y devorar un bollo mañanero,
pero cuando se me hacia tarde y decidía comer en ruta, si el mediodía me
alcanzaba en la hacia poco tiempo terminada Autovia de Leizaran, siempre
trataba de desviarme por la salida Gorriti-Huitzi, en Gorriti una aldea de unos
como mucho doscientos habitantes había otro bar. atendido por una pareja de
hermanos, ella tenia una para mi gusto una impresionante delantera que me hacía pensar
estupidamente de donde demonios sacaría esa chica los sujetadores, era imposible
que en las tiendas los vendieran de esa talla, en cuanto a el, posiblemente
tenia mas diámetro pectoral que su hermana, aunque para mi nada vistoso a la
vista , era un joven de unos ciento veinte kilos que tenia las paredes del
local llenas de fotos de si mismo levantando piedras y trofeos de los concursos
en los que había participado como
“harrijatsotzaile” (levantador de piedras en el deporte rural vasco). Ambos
tenían gigantescas narices a juego.
Era
un sitio especialmente interesante no solo por los atributos de la hermana o
por el hecho de que el levantador de piedras también fuera un excelso cocinero,
tenia su encanto por que midiendo unos cincuenta metros cuadrados, en el solían
coincidir a las horas clave de almuerzo y comida los paisanos del lugar en una
zona como esa con una sensibilidad nacionalista bastante acusada con las
Patrullas de Servicio de la Guardia Civil
, atraídas a este local porque dadas sus reducidas dimensiones y las de la
población podían aparcar los coches patrulla justo en la puerta del local y
controlar sus espaldas y los bajos de los coches muy fácilmente de forma que se
podían relajar y comer algo, la presencia casi diaria de los Agentes incomodaba
claramente a algunos de los clientes del
pueblo, pero como no incomodaba a todos ni muchísimo menos, los hermanos que lo
regentaban trataban a todo el mundo por igual, no solo eso, sino que yo fui
testigo en algunas ocasiones que el o ella se hicieron los tontos en la barra
para no cobrarle una ronda de café
a los Guardias.
Y
es que mi vida diaria, bastante lejos del concepto cinematográfico de agente
secreto consistía en un gran número de horas de trabajo, en lugar de sexo,
acción y aventura. Eran mis primeros días matriculado en el “euskaltegi”, y ya
había comenzado a elaborar algunos informes, sobre mis actividades diarias en
contacto con los demás estudiantes , sobre las identidades de alumnos y
profesores y sobre el funcionamiento interno que yo apreciaba de la
coordinadora, era la primera mitad de los años noventa, y en los servicios de
seguridad e inteligencia Españoles, ya se había impuesto la teoría de que ETA
era un complejo (frente politico,estudiantil,obrero,feminista,ecologista etc…),
y que para destruirla no bastaba con desarticular comandos sino que se imponía
además de golpear el aparato militar de la banda, el obtener una inteligencia
lo mas exacta posible de los demás brazos. Especialmente “Herri Batasuna” Y
“Jarrai”, (político y de juventudes).
Como
decía en aquellos días ya estaba
confeccionando informes, por lo tanto tenía que verme con los jefes para
entregarlos y recibir instrucciones. Me acababa de sonar el busca, miro en la
pantalla y es el mensaje de contacto, “soy yo llámame”, supongo que se podría
haber buscado una clave mas imaginativa , pero el responsable del servicio un
oficial austero serio y rígido
hasta la exageración, mezcla de jesuita y talibán de esos que uno imagina hablando de usted hasta a su hijo de
dos años, desde luego no estaba dispuesto a calentarse la cabeza estableciendo
un mensaje de identificación minimamente concreto, así que tras hacer callar el
maldito aparato me puse a buscar en los bolsillos del anorak monedas
sueltas mientras escrutaba la
calle en busca de una cabina, esta claro
nada que ver con Hollywood.
La
conversación por teléfono fue casi tan lacónica como el mensaje del busca,
teníamos que vernos ese día a las nueve de la noche en la cafetería del Hotel
Iruña, me gustaba el sitio, un frío hotel en el barrio de “Mendebaldea”, uno de
los mas tranquilos de la capital Navarra y con un bajo porcentaje de voto
radical, seria difícil que tuviéramos algún testigo incomodo de la cita. Solo
quedaban 45 minutos para la cita , el jefe era un tipo metódico nunca
improvisaba de esa forma , seguramente habría pasado algo gordo, con tanta
premura de tiempo me dirigí directamente al punto de reunión, aunque fuera en
“Mendebaldea” no podíamos presentarnos de sopetón allí, aparque a dos calles de
distancia del Hotel y realice un reconocimiento a pie de los alrededores y
accesos del Hotel, tras asegurarme que no hubiese nadie en las inmediaciones
que me conociese, entre en la cafetería, solo estaban una parejita de novios
haciéndose carantoñas a cubierto del inclemente tiempo (los bancos de los
parques son útiles en la zona mediterránea), y un cliente del hotel en viaje de
negocios que miraba alelado la televisión mientras sujetaba en soledad un JB
con Coca Cola, ningún problema, huelga decir que de camino al hotel
realice tantos cambios de sentido,
hice completas tantas rotondas y me pase bruscamente tantos semáforos en ámbar,
que cualquier persona animal o cosa que hubiera intentado seguirme , se hubiera
delatado …o tenido un accidente.
Tras
haber solicitado en la barra la presencia de mi fiel compañero el café con
leche, me acomode en una mesa desde la cual controlaba la entrada a la
cafetería y a trabes de unos enormes y empañados ventanales la acera por la que
se llegaba al vestíbulo del Hotel, entonces comenzó a nevar , la parejita de
novios interrumpió momentáneamente sus carantoñas para mirar absortos como los
copos se estrellaban de forma casi horizontal por la acción del viento contra
los ventanales , yo también lo hice por muy acostumbrado que se este a su
observación, hay dos elementos naturales
que fascinan al ser humano y le impulsan a mirar fijamente un punto con la
mente perdida, son el fuego y la nieve , el mar en ocasiones también , pero al
menos en mi caso solo el fuego y la nieve me generan un estado de sopor y calma
casi total.
El
viajero ocasional continuo con el vaso de güisqui pegado a su mano derecha y
los ojos fijados sin casi pestañear en la pantalla del televisor, estaban
informando en primicia que en el ultimo entrenamiento practicado en la ciudad
deportiva del Real Madrid a Raúl se le había roto la uña de un pie, y que a
Fernando Hierro le comenzó un terrible dolor de cabeza o algo así.
Eso
me hizo volver a la cruda realidad, por la acera caminando a un paso muy vivo
se acercaba al vestíbulo del Hotel mi capitan, entro en la cafetería farfullando algo sobre la madre que dio
a luz a la meteorología del norte de España, mientras se arrancaba con enérgicos manotazos los copos de
nieve de el inmaculado abrigo azul
marino que portaba , se encamino directamente a mi mesa y quedaron sentados de
frente tras un escueto apretón de manos los dos supuestos amigos, uno de ellos
con un traje de armani, bigote y cabellera rubios extraordinariamente cuidados
y bien cortados, un autentico “dandi”, el
otro 15 años mas joven , pelo moreno largo, rizado y algo graso, cazadora de
cuero con capucha y botas militares , al menos el “dandi”, mi jefe, cuando se
sentó conmigo también pidió café
con leche.
-Coño Jesús siempre con la
misma pinta , parece que estes en un puto semáforo pidiendo,(comentario del capitan
inmediatamente posterior al apretón de manos)”para reunirte conmigo podrías haberte recogido el pelo y en lugar de
esa cazadora de “borroka” y esas botas de legionario, si llevaras una americana
y un pantalón normal no desentonaríamos tanto, y encima esta maldita nieve
,joder, vaya día, en Tenerife el mayor problema eran los mafiosos jubilados,
que se retiraban en las islas con sus botines de 30 años a beber “daikiris” y a
cantar en los “caraoques “, ahora estoy aquí en el norte , con dos meses de sol
al año, donde no quieren hacer la mili ni nuestros hijos, donde te pueden
quemar el coche por llevar una banderita de España, y sobre todo donde en
cualquier momento te pueden llamar de Madrid, o cualquier subordinado aunque
sea un domingo a las siete de la mañana con cualquier clase de follón , aquí en
Navarra ……………..maldita sea que día llevo (maldita sea, eso digo yo, llevaba
unos momentos con el jefe y ya estaba rozando el ataque de ansiedad, este
hombre tenia dos clases de días los malos y los pésimos, y lo malo es que
conseguía contagiar su nivel de tensión a toda la unidad , a veces entre
nosotros decíamos que de todas formas si ETA no acababa con el , una ulcera lo
haría ).
-Bueno al grano, Juanma el profesor de tu
“Euskaltegi”, debe haberle
prestado su documentación a la organización para hacer identidades falsas, en
Francia en un registro ha aparecido una copia perfecta de su pasaporte, pero
con la foto de un liberado(terrorista en la clandestinidad) puesta, tenemos que centrarle ,
necesitamos conocer su domicilio actual y tener su foto, y lo necesitamos para
ayer, en cualquier momento podría por ejemplo, pasar el pirineo un comando y
alojarse en casa de ese perro , lo mínimo que tienes que traerme es su
fotografía, el equipo de seguimientos no puede ponerle rabo si no le conoce.
Es un etarra Jesús, tu
intuición era buena, ahora vuelve a tu territorio comanche particular
fotografíale y entérate donde le podemos encontrar, ve y hazlo pero sin
mosquearles, estoy harto de ir a funerales, y no me apetece nada llamar a tu
madre a casa en mitad de la noche para que no se entere por el telediario.
En
ese momento el camarero se acerca con su café y Rafael sin inmutarse, sin que
le cambiara siquiera el rictus de su rubio bigote, continuo una imaginaria
conversación sobre el “Osasuna”, equipo de fútbol de la ciudad, durante los
restantes diez minutos de reunión
no volvimos a hablar de la operación , estuvimos contando alguna batallita e
incluso alguna anécdota graciosa de nuestros respectivos anteriores destinos,
luego apuro el café y sin mas se levanto estirándose la americana y ajustándose
el nudo de la corbata, mientras se cercioraba de que no se había manchado, tomo
su abrigo y se dirigió como una exhalación hacia la puerta del Hotel mientras
decía algo sobre “el puto tiempo”,
al percatarse del tiempo invernal que le esperaba en la calle, parecía haber
olvidado donde estaba al dedicarse a recordar en voz alta sus añoradas
Canarias, pero esto es Pamplona, y
los mafiosos sesentones con sus cócteles y sus camisas estampadas distaban muy lejos, aquí teníamos
terroristas de “treintaitantos” en activo.
Fin del capítulo II de Genin.
En Valencia (España), a Marzo de 2012.
Ernesto.
Impresionante, espero impaciente la siguiente entrega. Consigue enganchar. No sé si me gusta esta forma de leer porque siempre te deja con ganas de más.
ResponderEliminarMuchas gracias Milhoim, te diré que a mi si me gusta esta forma de escribir, la libertad total a la hora de escribir, y el contacto directo con vosotros a través de facebook y los comentarios que dejáis en el blog es muy gratificante. Yo tenía muchos reparos a internet pero reconozco que he cambiado, y a medida que vayan transcurriendo los capítulos espero enganchaos mucho mas.
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ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarSí señor, me ha gustado esta entrevista.
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